ETICA Y POLITICA

Desde la época de los griegos, política es lo referente a “polis” o  la comunidad. Política es por tanto, ese conjunto, orden, principios  o lineamientos que debe llevar una comunidad para estar en armonía, combinándose muy bien este concepto con el de ética que enuncia qué debe hacerse o en otras palabras lo que “debe ser” para no alterar la armonía. Al combinar o unir en un concepto global la ética política se puede llegar al enunciado de que es lo que “debe ser” en una comunidad, estado u organización, con el fin de promover la cooperación, convivencia y bienestar general.

Desde un punto de vista más moderno, la ética política recae sobre los hombros de los gobernantes o legisladores rigiendo su comportamiento y responsabilidad frente a los miembros del estado, impulsando sus buenas acciones y criticando su corrupción.

Todos estos conceptos han cambiado durante el transcurrir de los tiempos y de la historia, según lo que en su momento haya significado comportamientos éticos y sus aplicaciones a la cotidianidad con relación a los estados y a sus gobernantes, que son a fin de cuentas, sobre quienes recaen las críticas o juzgamientos sobre ética política por parte de la comunidad sobre la cual ejercen su poder. Tenemos entonces, tres concepciones sobre el poder:

1- El poder como relaciones de mercado: Hobbes es el primer autor que ve en las relaciones de poder un intercambio mercantil, dado que los individuos cambian algunos de sus derechos por seguridad, “con ello, el soberano obtiene la obediencia de los súbditos siempre y cuando les proporcione seguridad”.

2- el poder como relaciones de consenso: Para Rousseau el pacto social da al cuerpo político de una sociedad el poder absoluto sobre sus miembros, dicho poder es dirigido por la voluntad de todos y su único fin es que todos cumplan con las mismas obligaciones y gocen de los mismos derechos. Igualmente Rousseau indica que el poder dominar la voluntad de los otros sino hacer que todas las voluntades se unan en una sola y trabajen para un bien común obedeciendo las leyes que ellos mismo han promulgado.

3- Concepción teleológica del poder: Se explica este concepto en la idea de que la política y la moral son inseparables, e igualmente relaciona el poder con el conocimiento. Para Platón, los políticos deberían ser especializados en el arte de gobernar partiendo de la visión teleológica de que los gobernantes deben conocer los mejores medios para alcanzar el bien común. Actualmente es similar al concepto de tecnocracia: “las sociedades modernas son tan complejas que requieren la participación de especialistas”.

En el mundo antiguo gracias a las ideas o discursos de varios pensadores se puede llegar a conocer los conceptos que se tenían de la ética y la política. Es el caso de Platón, el plasma en su obra “La República”, el concepto de que la ética y las costumbres humanas y la justicia social dependen del conocimiento del bien como medio directo para alcanzar la felicidad, para lo cual el Estado debe asegurar los medios para alcanzarla.

Para Aristóteles  la felicidad se consigue gracias a la ética por medio de la política, pues ella se sirve de varias ciencias, ya que cada una busca igualmente el bien del hombre.